El “todo o nada” no suele ser una buena idea. No es productivo, y seguramente tampoco será fácil de mantener en el tiempo. Regular nuestra energía, nuestra emoción y nuestras ganas para que perduren durante todo el trayecto, es imprescindible para evitar quedarnos sin combustible antes de alcanzar nuestro objetivo.
Ni cambiar tu alimentación “todo o nada”, ni pasar de tener hábitos de ejercicio de 0 a 100, ni involucrarte de 0 a 100, o de 100 a 0 en cualquier otro proyecto de tu vida, de tu trabajo, de tu afición, ni de tus relaciones…
No debemos obsesionarnos. La clave es ir paso a paso, sin prisa pero sin pausa, celebrando cada avance, afianzándolo, y echando la vista al siguiente objetivo. Sin volver a atrás ni estancarse.
Concretamente en cuestión de alimentación, todo cuenta, todo suma, o resta. Unos hábitos no tienen que ver con otros, a pesar de que en el resultado debamos relacionarlos.
Lo que puedas hacer por tu alimentación o ahorrarte por ella hoy, es bien para ti. No te pongas fechas, no eches cuentas, solo haz lo que puedas por mejorarla, por mejorarte. ✨✨