Aunque seamos fuertes y persigamos nuestros objetivos cada día con fuerza, hay algo que nunca debemos descuidar, y ese algo son las personas que nos rodean. La gente que nos rodea, a la que le confiamos nuestros pensamientos y en las que nos apoyamos cada día, las elegimos nosotros. Nosotros decidimos quienes van a estar ahí para rescatarnos en días de poca motivación y saltar de alegría cuando consigamos algo bonito. Rodéate de gente que sume, que aporte granitos de arena a la montaña que estás creando, que nunca te lleve por el camino que no quieres. Gente que te ayude a cuidarte, que te haga esa comida sana con la que puedas nutrir bien tu cuerpo, que te lleve de relax a un sitio remoto, que te acompañe en tus caminatas, o que entrene contigo para no decaer nunca. Nosotras lo hacemos, nos sentamos a la mesa y desayunamos rico pan y ricos dulces orgánicos, hablamos de nuevas recetas, de cosas que nos gustan y que recomendamos a las demás, hacemos yoga y entrenamos dándolo todo. ¿Habéis probado a entrenar con vuestra pareja? ¿Con amigas? Lo hemos probado y nos hemos dado cuenta que la motivación es extra, que la energía suma y entre todas somos más fuertes. Porque juntas buscamos el mismo objetivo, ser más ágiles, duras y sanas, ser más felices. Y juntas llegaremos muy lejos, porque como alguien dice mucho: SOÑEMOS. Y yo añado que si es acompañada de gente que sume, podremos soñar todavía más.
Un círculo que nos mantiene vivos

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Nov